
Un gran póster del autor de La tregua encabezaba la mesa de oradores, con la cita: "De los medios de comunicación, en este mundo tan codificado, con Internet y otras navegaciones, yo sigo prefiriendo el viejo beso artesanal, que siempre comunica tanto".
Sylvia Lago, presidenta de la naciente Fundación, comenzó citando a Real de Azúa, quien definió a Benedetti como un "genuino representante de la idiosincrasia uruguaya". Luego de comentar los objetivos de la fundación, entre los que remarcó el llamado a todos los que quieran profundizar en la obra de Benedetti, tomó la palabra el ex parlamentario socialista y actual secretario de la institución Guillermo Chifflet, que señaló que el novelista había nombrado como único heredero a la Fundación, agregando que se trata de "un patrimonio importante", y que la organización no tendrá fines de lucro.
Ricardo Elena, tesorero de la Fundación, comunicó que habrá un concurso para un logotipo, junto con Bellas Artes. Eduardo Galeano y Daniel Viglietti hicieron referencia, como otros de los que hicieron uso de la palabra, de la obra de Benedetti y su valor al presente. Galeano recordó un consejo que le dio Onetti ("las únicas palabras que merecen existir son aquellas mejores que el silencio"), y apeló a un dicho criollo para ejemplificar los pasos que dará la institución: "despacito y por las piedras". Eduardo De Freitas, albacea de Benedetti, hizo saber que pronto, hacia principios de octubre, la fundación obtendrá su personería jurídica. Agadu, por su parte, hizo saber que el salón donde se realizó el acto pasará a llamarse, a partir del 27 de septiembre, Mario Benedetti.
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